Hacemos una percha

Uno de los  lemas de Quimera Artesanía, es el aprovechamiento de cualquier utensilio o resto. Por muy inútil que nos pueda parecer, os enseñaremos como, de un simple trozo de madera, podemos hacer una percha de pared con mucha utilidad. Solo tenemos que tener un poco de paciencia, la idea te la ofrecemos aquí.

Elegimos un trozo de madera perfectamente lijado. Puede ser el resto de un rodapie, o simplemente una madera de cualquier dimensión que podamos encontrar por casa. Es importante que lijéis perfectamente los cantos y bordes y que la superficie esté lisa, si no es así, con una lija para madera, daréis una lijada general por todo. Una vez lijada podemos darle un tinte al agua o al disolvente, del color que  elijáis. En este caso hemos elegido un tinte al disolvente de color nogal y sobre este hemos dado varias capas finas de barniz al agua transparente.

Sobre la superficie tratada hemos pintado unas flores de lavanda con pintura al óleo. Podéis elegir cualquier otro motivo. En general hay flores muy sencillas de dibujar. Sobre esta superficie, volvéis a dar otra capa de barniz al agua transparente, para proteger la pintura. Haréis esto una vez que la pintura esté completamente seca, esto puede durar varios días, dependerá de si con la pintura al óleo hemos utilizado esencia de trementina o aceite de linaza. La esencia de trementina seca antes. Os recomiendo que utilicéis barniz al agua que no amarillea, pues al dar sobre pintura al óleo, puede cambiar los tonos si el barniz es al disolvente.

En esta parte del proceso, marcaremos el lugar donde irán colocadas las perchas. Estas perchas las podréis comprar en cualquier ferretería y las hay de muchos tipos. Lo marcáis con un rotulador y con la ayuda de un buril o una dremel  o similar, hacéis los agujeros donde irán los tornillos de las perchas. 

Este es el resultado. Os aconsejo que por la parte trasera, coloquéis unos soportes especiales para perchas, que podéis encontrar en ferreterías.