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domingo, 2 de febrero de 2014

Cambiamos el aspecto de un sillón con pintura y una bonita tela.

En muchas ocasiones, no es necesario trabajar mucho, ni gastarse mucho dinero para hacer cambios realmente interesantes en algunos muebles que tenemos en casa o tenemos apartados por no habernos cansado de ellos. Recuerda que puedes darle una nueva vida. En este caso de un sillón lacado en color miel, hemos conseguido un bonito sillón blanco.
En la imagen te mostramos como era el sillón original. En un primer momento, hemos desmontado la tapicería, que en este caso solo iba anclada con unos tornillos al sillón. Hemos lijado con una lija fina toda la superficie del sillón, con la finalidad de abrir el poro para que la capa de pintura blanca que le hemos dado se fijase correctamente a la superficie de la madera. Hemos dado unas cuatro capas, con el fin de cubrir perfectamente toda la superficie. En este caso la pintura que hemos utilizado, es pintura blanca al agua. Una vez cubierto todo el sillón, hemos tapizado con una tela bonita y actual, tanto el asiento, como los brazos. El tapizado ha sido muy sencillo en este caso. El resultado es este:


¿A que parece otro sillón? Aunque no lo parezca es el mismo de la primera foto, solo que con un cambio radical de aspecto. El coste ha sido muy bajo. Tan solo la pintura y la tela, que en este caso se ha comprado en un mercadillo y ha resultado realmente económica. Bueno y el trabajo que es lo más costoso. Pero el resultado creo que merece la pena. 

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